La noticia sin duda es conocida por todos: la semana pasada, la famosa web Ashley Madison, que se dedica a concertar citas «discretas» para gente casada, fue hackeada, dejando a la luz los nombres, correos electrónicos y mensajes privados de más de 30 millones de usuarios por todo el mundo. Amenazas, famoseo, suicidios y, sobretodo, poca seguridad. Analicemos las primeras consecuencias de esta exposición pública de datos de infieles.